Las praderas marinas y las marismas como sumideros naturales de CO2: un recurso potencialmente rentable
Mateo, MA. Experto en Blue Carbon. Científico titular en el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC) y responsable del grupo de Ecología de Macrófitos Acuáticos (GAME)
El calentamiento acelerado que está sufriendo el planeta es consecuencia demostrada del aumento de dióxido de carbono en la atmósfera. Los efectos de este calentamiento empiezan a ser evidentes en la forma de un aumento de los eventos climáticos extremos y de la aridificación, entre otros fenómenos. La sociedad puede combatir estos efectos de dos maneras: reduciendo las emisiones de CO2 y aumentando la capacidad de secuestro del mismo. La última estrategia puede articularse mediante el almacenamiento geológico o mediante la potenciación de sumideros biosféricos naturales.
La fijación de CO2 es un proceso reservado a los productores primarios de nuestro planeta quienes, mediante la fotosíntesis, transforman el CO2 atmosférico en materia orgánica rica en carbono. Algunos de estos productores primarios presentan formas de acumulación de carbono masivas y muy estables en el tiempo, lo que les convierte en sumideros de carbono efectivos y por tanto en aliados contra el calentamiento global. Tal es el caso de los bosques terrestres, de los suelos, o de la vegetación costera. A este último grupo pertenecen las marismas, los bosques de manglares y las praderas de fanerógamas marinas. En su conjunto, se conocen como Carbono Azul.
Hace poco más de una década se instauró el régimen de comercio de derechos de emisión de la UE (RCDE UE) para promover la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de un modo rentable y económicamente eficiente. Este mercado de carbono permite comerciar con créditos de carbono (derechos de emisiones) de tal manera que los países que emiten más CO2 del que tienen asignado por las convenciones internacionales pueden comprar derechos a aquellos que emiten menos. Para simplificar, un crédito de carbono equivale a una tonelada de CO2. La tonelada de CO2 tiene una cotización que oscila según las leyes de la oferta y la demanda.
En este esquema de comercio, un crédito de carbono puede obtenerse mediante acciones que eviten la emisión o que consigan el almacenamiento de una tonelada de carbono. La eficacia de estas acciones debe ser debidamente certificada mediante protocolos y estándares establecidos por las convenciones internacionales. Las grandes masas forestales y la vegetación costera fijan y almacenan importantes cantidades de CO2, lo que les convierte en objeto susceptible de comercio. Así, todo proyecto de reforestación o aforestación, implicará la retirada de un número determinado de toneladas de CO2 de la atmósfera con las que se puede comerciar en el mercado de carbono. Asimismo, toda acción que demuestre la desaceleración del deterioro de ecosistemas sumideros de carbono, podrá acreditar una cantidad de toneladas de carbono que han dejado de emitirse que también será comercializable.
El Grupo de Ecología de Macrófitos Acuáticos (GAME) trabaja actualmente en un proyecto europeo del programa LIFE cuyo objetivo es precisamente sentar las bases para la inclusión de la vegetación costera en los inventarios oficiales para su comercio en los mercados regulares de carbono. El Parlamento de Andalucía está elaborando una Ley de Cambio Climático en la que incluye, a saber, por primera vez en Europa, a la
vegetación costera como sumideros de carbono susceptibles de ser empleados para la compensación de emisiones de gases de efecto invernadero. El proyecto abarca todos los ámbitos de la cuestión: desde la puesta a punto de metodologías de muestreo y de laboratorio, hasta la elaboración de proyectos de compensación.
Se pretende que este proyecto siente las bases para que administraciones y pequeñas y medianas empresas se planteen la observación de la vegetación costera desde una perspectiva doble ganadora: conservar un patrimonio natural de gran valor (mucho más allá del servicio ‘almacenamiento de CO2’), al tiempo que se contribuye al desarrollo de la economía local.
GAME ofrece sus experiencia y capacidades para:
– Realizar estudios de cuantificación de stocks y flujos de carbono sumideros de
carbono tanto terrestres como marinos.
– Capacitar a técnicos de administraciones y PyMES en la toma de muestras de campo,
procesado en laboratorio y realización de cálculos de stocks y flujos de carbono en
sumideros tanto terrestres como marinos.
– Asesorar en la elaboración y seguimiento de proyectos de compensación.
– Asesorar en estrategias de compensación de emisiones de gases de efecto
invernadero.
https://game-csic.comproyectos/life-blue-natura/
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